Errores Comunes al Firmar Contratos de Desarrollo de Software y Cómo Evitarlos

artículo de blog

Palabras como "obra por encargo", "licencias de software" o "derechos patrimoniales" pueden sonar complicadas, ¿verdad? Sin embargo, más que ser conceptos complejos, son términos que no todos estamos familiarizados. Si eres una empresa que desarrolla software, si eres desarrollador, o cualquier actor dentro del sector tecnológico, es crucial comprender estos conceptos. Y mucho más cuando estás a punto de suscribir un contrato de desarrollo de software.

El propósito de este artículo es proporcionar una explicación clara sobre los aspectos fundamentales que debes considerar al redactar un contrato de software, así como los problemas, errores y situaciones incómodas que pueden surgir si no se estipulan correctamente. Evita cometer errores, ten en cuenta lo siguiente:

Definir el Objeto del Contrato: El Pilar Fundamental

Uno de los errores más frecuentes es no tener claridad sobre qué se está contratando realmente. El software, como cualquier producto, puede tener múltiples formas de relación legal: desde el simple uso bajo licencia hasta el desarrollo completo y exclusivo. Si no especificas claramente lo que necesitas, puedes terminar con un contrato que no se ajuste a tus objetivos.

Por ejemplo, un contrato de licencia de uso permite que utilices el software bajo ciertas condiciones, pero no te convierte en el propietario del mismo. En cambio, un contrato de desarrollo de software obliga al proveedor a crear un producto personalizado, mientras que uno de mantenimiento asegura soporte técnico y actualizaciones futuras. Identificar qué tipo de contrato necesitas y dejarlo explícito en el acuerdo es el primer paso para evitar problemas.

La Duración: Más Allá del Tiempo de Desarrollo

La temporalidad en los contratos de software no se limita a cuánto tardará el desarrollo. Hay dos dimensiones clave que suelen pasarse por alto: el tiempo necesario para completar el proyecto y la vigencia de los derechos que derivan del software desarrollado.

El contrato debe prever un calendario con hitos claros y entregables. Esto no solo sirve para organizar el trabajo, sino que también facilita el seguimiento del cumplimiento del proveedor. Pero más allá del tiempo de desarrollo, es crucial especificar qué ocurre con los derechos de explotación del software. Si se acuerda una cesión de derechos, esta debe extenderse más allá de la finalización del contrato, cubriendo al menos la vida útil esperada del programa.

Planificar este aspecto también implica pensar en el futuro: ¿el software requerirá actualizaciones? ¿Qué sucede si la tecnología sobre la que se basa queda obsoleta? No anticiparse a estas cuestiones puede generar costos inesperados o disputas con el proveedor.

Cláusulas Penales: Asegurando el Cumplimiento

Las cláusulas penales suelen incluirse para garantizar que el proveedor cumpla con los plazos y especificaciones acordadas. Sin embargo, su redacción deficiente puede convertirse en un arma de doble filo. Un error común es establecer penalizaciones por incumplimientos de parámetros que no están definidos claramente en el contrato.

Para evitar problemas, asegúrate de que el alcance del proyecto esté completamente especificado desde el inicio. Si durante el desarrollo surgen necesidades adicionales o cambios en las especificaciones, estas modificaciones deben formalizarse a través de documentos adicionales, como anexos o otrosíes. De esta forma, tanto cliente como proveedor tendrán claridad sobre lo que se espera y las consecuencias de no cumplirlo.

Protección de la Confidencialidad:

En el ámbito del desarrollo de software, la información que intercambian las partes suele ser un activo estratégico. Esto incluye desde detalles técnicos y metodologías hasta datos sensibles de clientes o empleados. Sin una cláusula de confidencialidad sólida, corres el riesgo de que esta información sea utilizada indebidamente o incluso expuesta a terceros.

Una buena práctica es definir con precisión qué constituye información confidencial y cómo debe manejarse. Esto puede incluir listas específicas de documentos, datos protegidos por contraseña o cualquier intercambio verbal o visual que deba permanecer privado. Además, es recomendable prever penalizaciones en caso de incumplimiento y establecer mecanismos para resolver disputas rápidamente.

Subestimar la Importancia dela Propiedad Intelectual

Uno de los errores más críticos es no abordar adecuadamente la cuestión de los derechos de propiedad intelectual. Muchas empresas asumen que, al pagar por el desarrollo de un software, automáticamente obtienen todos los derechos sobre él. Sin embargo, esto no es siempre el caso.

Si el contrato no especifica que los derechos de explotación o propiedad intelectual se ceden al cliente, el desarrollador puede retenerlos, limitando tu capacidad de usar, modificar o comercializar el producto. Esto puede generar conflictos legales o costos adicionales si decides realizar cambios futuros.

Para evitarlo, incluye cláusulas claras sobre quién será el titular de los derechos y qué alcance tendrán. En los casos de obra por encargo, asegúrate de que el contrato refleje que el software será desarrollado exclusivamente para ti y que los derechos patrimoniales se transferirán en su totalidad.

En conclusión, un contrato de desarrollo de software no es solo un documento legal; es la hoja de ruta que define las reglas del juego, establece expectativas y protege a ambas partes. Evitar los errores comunes al redactarlo o firmarlo requiere tiempo, análisis y, en muchos casos, asesoría especializada.

Tómate el tiempo para definir tus necesidades, establece plazos y objetivos claros, y no temas renegociar términos si las circunstancias cambian. Un contrato bien estructurado no solo te protege legalmente, sino que también sienta las bases para una relación comercial exitosa y un producto final que cumpla con tus expectativas.

abogados para startups
Daniela Ramírez Saavedra
Abogada Junior